Antes de la pandemia
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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es recomendable asignar como mínimo al gasto público en salud un equivalente al 6% del producto bruto interno (PBI) [23]; sin embargo, según cifras del Banco Mundial del 2016, nuestro país mantuvo el menor gasto en salud, del 3.3% del PBI, en comparación con los países de la Alianza del Pacífico [24]. Y para el 2019, el Perú destinó el 2.2% del PBI aproximadamente. [23]
Durante la pandemia:
Según el portal de consulta de recursos para el COVID-19 del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) se inyectaron S/5.752 millones (un 0,77% del PBI) más al sector público para financiar el combate a la pandemia. De ese total, unos S/1.063 millones fueron destinados al sector salud, el segundo sector que más dinero recibió, después de protección social (S/3.008 millones). [25]
Para la adquisición de equipos y aparatos médicos fueron asignados S/209 millones.
Para la construcción de nueva infraestructura se dispone de poco más de S/21 millones. Para suministros médicos, lo que incluye productos farmacéuticos, materiales, insumos, instrumentos y accesorios, se han presupuestado S/300 millones. [25]
Otros países:
Chile ha destinado US$226 millones para insumos médicos, equipamiento y fortalecimiento hospitalario. Con esos recursos, ha pasado de tener 22 camas de hospital por cada 10.000 habitantes –antes de la pandemia– hasta 23,1. De acuerdo con sus autoridades, el 50% de los ventiladores mecánicos todavía está disponible por si fuera necesario. [25]
Colombia, además del presupuesto destinado a salud, ha priorizado la inversión en el desarrollo de aplicaciones que permitan la identificación de las zonas con mayores contagios para una mejor dirección de políticas. Asimismo, señala, se han abierto los canales de apoyo de académicos, especialistas y epidemiólogos. [25]